Dolor de Cabeza

Hoy fue de esos días en que me levante con un dolor de cabeza terrible, la verdad es que es bastante raro que sufra de jaquecas, un pequeño dolor me hace sufrir tanto que todo lo que pase a mi alrededor se transforma en algo malo, así que comienza el supuesto «mártir»:

Me levanté a las 6:45  de la mañana(a base del ruido que hacen mis papás cuando se levantan) a calentar agua en la estufa porque no tengo gas para el boiler (es tiempo de frío así que el agua esta congelada), mientras el agua estaba lista saqué a mi perro al «baño», regué mis plantas, preparé mi ropa y me metí a bañar, después me alisté, desayuné algo sencillo, salí de casa para tomar el autobús, hay dos tipos de rutas, pasó el primero, era el que necesitaba e iba lleno así que no se detuvo, el segundo es el que no tomo, después de aproximadamente 30 minutos pasó el indicado, me subí como pude porque de costumbre va lleno. Llegué al trabajo (por cierto estoy yendo a otras oficinas donde me prestaron por un tiempo) y encontré a mis compañeros viendo narices operadas (algo feas por cierto), ellos me dieron una pastilla para el dolor de cabeza, la tomé y después de un momento recordé que esas pastillas no las tomo porque soy alérgica al ácido acetilsalicílico lo que provoca que se me eleve la temperatura, sienta mareos, nauseas y se me inflame la boca, párpados y manos.

En el trabajo me pidieron algo con un limite de tiempo bien corto, lo hice, quedó muy bien y el único comentario que recibí fue «no me gusto».

Todo indica que es un día no muy afortunado, pero si hay algo rescatable tengo que mencionarlo, desperté junto a mi hermana, vi a mis papás sanos, tengo un perrito que brinca de felicidad cuando me ve, un novio que todos los días me manda un mensaje de solecito, tengo todas las comodidades de un hogar (excepto agua caliente claro esta), tengo un trabajo y aunque viajar en camión no se precisamente lo más cómodo siempre veo gente que me hace sonreír, como el niño que mientras avanza el autobús va narrando todo lo que ve en su camino o el señor que va manejando su troca monstruo del año con un bebé dormido en el asiento del copiloto al que por cierto el sol le da en la cara y su padre intenta cubrirlo con la mano para que no le moleste hasta dar vuelta por otra ruta, y que decir de toda la gente que quizá sea la única vez que verás en tu vida.

 

 

 

 

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